En enero en el hemisferio sur, concretamente en Sudamérica y específicamente en Argentina donde el mundo termina, inicia la temporada de reposo obligatorio, playa ad hoc, diversión sin pausa y sin sentido todo esto apretujado en diez días.
Para poder soportarlo y salir ileso o con el menor daño posible, les recomiendo tener presente las enseñanzas de la célebre pensadora británica, recientemente fallecida, Clara Crawley, fundadora de la corriente filosófica denominada “huevismo” derivada del concepto que sintetiza su teoría “todo me chupa un huevo”. Dicho axioma repetido como mantra frente a las diversas circunstancias adversas, calma inmediatamente la ira de quien lo formula, provocando una agradable sensación relajante. Valga un ejemplo, calor, arena incandescente, bolsos pesados, niños excitados, mar helado, muchedumbres ruidosas, usted a punto de explotar, reitere en silencio “todo me chupa un huevo” y la calma como una ducha fresca regresará, pruébelo y después me cuenta.
Lo paradójico de la cuestión, es que si lo llevamos a la práctica, las vacaciones carecerían de significado porque todo el año estaríamos de fiesta.
Laura Bogetto
4 comentarios:
La teoría de que “todo me chupa un huevo” se me hace evidente cuando dejo de escribir y de actuar ante la vida misma. Muy interesante post el primero del nuevo año.
Jaja! Buenísimo.
Juaaaaaa! Que bueno!
El giro final fue tremendo y simpático. Sonrío. Llevo un buen rato sonriendo... Ahora ya sé como se llama cuando me aíslo detrás de las teclas o cuando doy paseo y no veo a nadie -aunque sean mis amigos más íntimos-, jajajajaja.
Abrazo GRANDE
Lines
Publicar un comentario