Luna

Luna muta

   Tuna duna

      Musa cura

          Cuna pluma

             Nula duda

                             Laura Bogetto

Aburrida.

Camino, el sol me da en la cara, me deslumbra y no siento que te acercas. De pronto un leve movimiento, un suave desplazamiento de aire me alerta y te delata. Ahí estás, sonriente, a contraluz tu rostro parece no haber envejecido.

De pronto el cielo se abre llorando una tristeza infinita, caminamos bajo el aguacero como si el tiempo no hubiese transcurrido. Huelo tu piel mojada, tu perfume me envuelve. 

Entramos al hotel, no tengo nada mejor que hacer.

                                                                    Laura Bogetto

Los fantasmas

Clara y el capitán se acercan se alejan, se alejan se acercan en un balanceo continuo entre el amor y la ausencia.

Se atraen se repelen, se repelen, se atraen en un incesante movimiento pendular, entre la atracción y el rechazo.

Cuando se encuentran saltan chispas, se encienden los fuegos, se incendian y se funden en una explosiva fogata de tal magnitud de temperatura que el mercurio no puede resistir y los termómetros se derriten.

Desde el Olimpo, sin que los amantes lo adviertan, los dioses celosos, los observan. Dos simples mortales no los pueden desafiar con ese sexo descomunal solo permitido a los seres superiores.

Como castigo les envían los fantasmas Victimo y Fóbica quienes como polos idénticos están condenados a repelerse mutuamente por toda la eternidad.

Victimo se enamora de Clara y Fóbica del capitán. Los fantasmas los rodean y envuelven con un velo transparente como un papel film. Así Clara y el capitán observan el mundo a través de sus fantasmas.

Comienzan los desencuentros, cuando el capitán está navegando, Clara piensa que la abandona porque no la quiere más, cuando ella lo abraza el capitán siente que se asfixia.

Cuando se aman los fantasmas soplan apagando el incendio y tiran de la cintura de cada uno para separarlos, jugando a la cinchada.

El fuego se extingue, los fantasmas triunfan, los inmortales festejan.

Y así es como la envidia de los dioses nubla la visión de los humanos, impidiéndoles descubrir que ellos, cambiarían su eternidad por un momento de intensidad.

                                                                                                      Laura Bogetto

Verano

Sol, luz, tibieza,

piel, cuerpo, suavidad,

tocar, sorber, lamer,

fricción, sudor, gemido,

temblor, suspiro, fuego,

saltar, volar, desprender,

entrega, olvido, gracias.

               Laura Bogetto

Catálogo de tipos masculinos III

 Topo: hace de todo para llevarte a la madriguera. Pero ¡ojo! Una vez adentro no te deja salir. No apto para mujeres claustrofóbicas.

Tero: Quiere hacerlo todo de a dos. Pero, ¡Atención! Grita cuando alguien se te acerca. No apto para mujeres sociables.

Lagartija: Parece que se hubiera entregado pero cuando lo aferras te quedas con la cola en la mano. No apto para mujeres confiadas.

Sapo: Cuando  besa parece un príncipe, pero nunca deja de ser sapo. No apto para mujeres románticas.

Gato: Dulce y mimoso cuando debe serlo e independiente cuando corresponde. Sin contraindicaciones. Apto para todo tipo de mujeres.

Ostra: Duro y áspero por fuera, cuesta mucho esfuerzo abrirlo pero lo vale, porque esconde una perla. No apto para mujeres perezosas.

                                                                                              Laura Bogetto

Mar

Vas-vienes, vienes-vas

Me hipnotizas, me narcotizas

Vas-vienes, vienes-vas

Inconmensurable, eterno

Vas-vienes, vienes-vas

Desde siempre, hasta el fin

Vas-vienes, vienes-vas

              Laura Bogetto

Llueve

El cielo se abrió llorando una tristeza infinita

Mis lágrimas se mezclan con las suyas

La lluvia piadosa me disfraza

Me limpia, me aligera

La mochila ya no encorva mi espalda

Con delicadas alas la lluvia se la ha llevado

                                             Laura Bogetto

Catálogo II según C.C.

Hormiga: Adicto al trabajo. Trabaja sin parar para comerte el rosal. No tiene otro tema de conversación y no descansa ni en vacaciones. No apto para mujeres divertidas.

Escorpión: Altamente seductor e inteligente ¡Pero cuidado con el veneno! No apto para mujeres dulces.

León: Da órdenes todo el tiempo pero todo el esfuerzo te lo deja a ti. No apto para mujeres voluntariosas.

Pulpo: Te atrapa con sus numerosos abrazos de tentáculos voluptuosos. Una vez en su poder no te suelta. No apto para mujeres independientes.

                                                                                                   Laura Bogetto

Catálogo de tipos masculinos según C. C.

Cazador: Gasta todos los cartuchos para la conquista de la pieza codiciada y no le queda resto para continuar. Permanentemente insatisfecho vuelve a cazar.

No apto para mujeres sensibles.

Pavo real: Pura pluma y poco contenido. Cuando se busca entre el plumaje no se encuentra nada. Tiene todo para afuera, en exhibición.

No apto para mujeres inteligentes.

Pichón mojado: Desprotegido, inseguro, despierta instinto maternal. ¡Peligro! Absorbe a su víctima, dejándola sin aire.

No apto para mujeres fóbicas.

Camaleón: Cambia de color según la ocasión. Es la especie más depredadora. Sus presas no pueden defenderse porque no saben cuando viene el ataque.

No apto para mujeres despistadas.

Puerco espín: Atrae por su actitud recia y segura pero su cubierta de púas impide el acceso a su interior.

No apto para mujeres profundas.

Este catálogo se irá completando en próximas entregas a través de los comentarios de las lectoras y/o lectores. Desde ya se agradece su colaboración.

C.C.

                                                                                            Por Laura Bogetto

Ultimo momento

Fue encontrada con vida la célebre filósofa Clara Crawley en una isla perdida de la Polinesia, rodeada de nativos, bailando al ritmo sincopado de su conocido mantra: todo me chupa un huevo. La conocida pensadora y escritora de la cual no se tenían rastros desde hace más de un año y que se suponía que podría haber seguido los pasos de otra británica famosa, Agatha Christie, quien se había escondido de las infidelidades de su marido simulando su muerte, fue hallada sana y salva. La situación  de quien a partir de ahora denominaremos C.C. difiere de la de su antecesora ya que ella es soltera y según sus propias palabras la causa de su desaparición fue la siguiente: -Como los hombres británicos con su clásica flema no me  satisfacían, decidí emprender un viaje de estudio para analizar los diferentes tipos masculinos y así construir un catálogo que sirva de guía a  mujeres incautas.

Estamos en condiciones de adelantarles parte del mismo correspondiente a la investigación realizada por C.C. en el hemisferio sur, concretamente en Sudamérica y específicamente en Argentina donde el mundo termina.

                                                                                         Laura Bogetto

El huevismo

                                                

 En enero en el hemisferio sur, concretamente en Sudamérica y específicamente en Argentina donde el mundo termina, inicia la temporada de reposo obligatorio, playa ad hoc, diversión sin pausa y sin sentido todo esto apretujado en diez días.

Para poder soportarlo y salir ileso o con el menor daño posible, les recomiendo tener presente las enseñanzas de la célebre pensadora británica, recientemente fallecida, Clara Crawley, fundadora de la corriente filosófica denominada “huevismo” derivada del concepto que sintetiza su teoría “todo me chupa un huevo”. Dicho axioma repetido como mantra frente a las diversas circunstancias adversas, calma inmediatamente la ira de quien lo formula, provocando una agradable sensación relajante. Valga un ejemplo, calor, arena incandescente, bolsos pesados, niños excitados, mar helado, muchedumbres ruidosas, usted a punto de explotar, reitere en silencio “todo me chupa un huevo” y la calma como una ducha fresca regresará, pruébelo y después me cuenta.

Lo paradójico de la cuestión, es que si lo llevamos a la práctica, las vacaciones carecerían de significado porque todo el año estaríamos de fiesta.

                                                                                                  Laura Bogetto